Estos fieles caninos que nos acompañaron el jueves pasado se llamaban Aire y Capo, son los perros de la nueva actividad llamada terapia canina. Con ellos vino Laura, una chica simpática y agradable que nos contó la historia de los perros galgos.
Laura los adoptó y supo por la protectora de galgos que habían llevado una vida de maltrato, ya que los utilizaban como perros de caza y de carreras y se creía que mientras más sufrían mejoraba la raza.
La terapia consistió en conocer las partes del cuerpo del perro, acariciarlos, cepillarlos, mientras Laura les daba golosinas. Aire era el menos asustadizo, en cambio Capo era muy tímido.
Para finalizar los perros pasaron por cada uno de nosotros para conocernos y despedirse.
Ha sido una experiencia muy agradable y esperamos la próxima con muchas ganas.
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